domingo, 13 de septiembre de 2015

Parecía tan común

Entré y cerré la puerta con seguro. El salón tiene una silla en medio y sólo eso, él está sentado frente al piano, se levanta, me abraza y me besa.
Me toma de la mano, se sienta en la silla y me coloca sobre sus piernas. Baja sus manos para tratar de acariciar mi tracero pero le detengo. Tengo la regla y me apena que se ensucie. Él no lo entiende y se lo digo.
Pero no es lo único que le interesa así que se deshace de mi blusa y corpiño. Lame mis pezones y aprieta mis senos pero de nuevo no logro entender que debería sentir, coloco mis manos sobre su cabeza y le dejo hacer lo que quiera porque se que lo disfruta y es lo único que importa.

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