lunes, 28 de septiembre de 2015

Volver a empezar

Hoy eh terminado la única amistad que me quedaba. Y si lo pienso mejor, no era una verdadera amistad, sólo fue un compañerismo oportuno que no me beneficiaba.

Sin alguien con quien platicar volveré al blog, tengo tiempo para mi y sólo para mi.

Comenzaré consumiendo 500cal diarias. Mañana iré al centro de prevención y veré a que talleres me inscribiré, después iré a la biblioteca a estudiar un rato para tratar de llegar a casa lo más tarde posible.

Ahora mi blog también será diario.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Parecía tan común

Entré y cerré la puerta con seguro. El salón tiene una silla en medio y sólo eso, él está sentado frente al piano, se levanta, me abraza y me besa.
Me toma de la mano, se sienta en la silla y me coloca sobre sus piernas. Baja sus manos para tratar de acariciar mi tracero pero le detengo. Tengo la regla y me apena que se ensucie. Él no lo entiende y se lo digo.
Pero no es lo único que le interesa así que se deshace de mi blusa y corpiño. Lame mis pezones y aprieta mis senos pero de nuevo no logro entender que debería sentir, coloco mis manos sobre su cabeza y le dejo hacer lo que quiera porque se que lo disfruta y es lo único que importa.

viernes, 4 de septiembre de 2015

En las noches frías

Recorté, quemé y tiré todo lo que me recordaba a él. Algunas malas noches desearía no haberlo hecho para poder atormentarme ampliamente con recuerdos materiales. Quisiera sentir aquellos regalos y cómo me aferraba a él.

Momentáneamente cierro los ojos y recuerdo aquella cabeza con falta de cabellos situada entre mis piernas, sus manos aferrándose a mis piernas, la humedad de su boca sobre mi intimidad, estoy ahí recostada, paciente a que termine de saciarse. Siento el aire frío sobre mis piernas desnudas, el calor de sus aliento pero no tengo ése sentimiento maduro al que conduce el acto. Miro la venta, el piano, el techo, su plancha colgante... Que es tan absurda como él. Pero ahí estamos él, ella y yo en un salón vacío con la luz apagada sin ruido alguno, como si se tratase de un sueño.