miércoles, 9 de diciembre de 2015

El momento que cambió mi vida

Estaba con mis amigas dando vueltas a la escuela  porque la profesora había ido a la dirección. De pronto la puerta del estacionamiento se abrió dejando entrar un zapatito(Atos) amarillo, nos quedamos mirando emocionadas pues era modelo nuevo. De pronto bajo un hombre que usaba ropa deportiva y se dirigió a la dirección; era alto, panzón, tenía entradas profundas, canas, ojos oscuros, tes blanca y cejas pobladas en donde un pelo era muchísimo más largo que los demás estilo "loco Valdez".
Días después nos enteraríamos que él era el nuevo profesor de música.

Jorge, 40 años, divorciado con dos hijos, un hombre y una mujer ambos mayores de edad. Las profesoras estaban entusiasmadas con él ya que era el único hombre aparte del director, lo trataban como a un rey y a mi eso me intrigaba más.
Se presentó como instructor de música y su sonrisa me atrapó.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Tú (y/) yo

Diciembre 2011
Es cumpleaños de mi madre, salimos a festejarlo. Te vas a al convivio

Diciembre 2012
Tratan de sacarme una muela, me lastiman y quedo sumida en dolor. Te vas al convivio.

Diciembre 2013
Te vas al convivio y me quedo haciendo nada en mi casa.

Diciembre 2014
Es el Santo de mi madre, decido acompañarte al convivio. Te íntegras muy bien con tus amigos, me haces a un lado, la paso horrible y encima es mi culpa porque no quise convivir con tus amigos.

Diciembre 2015
Esperando que las cosas empeoren.
Se que no te interesan mis asuntos familiares y prefieres a tu amigos. No espero nada de ti esté año.

lunes, 5 de octubre de 2015

Tan naturales

El último día de clases antes de vacaciones de diciembre lo fui a ver, estaba abierta la puerta y él tocaba el piano. Me pidió que me sentara a su lado.
Sin importar que estuviera la puerta abierta subió mi falda y comenzó acariciar mi sexo, después introdujo sus dedos y permaneció haciendo lo mismo hasta que entraron unos papás al salón y les dijo que me estaba dando clases de piano así que se despidieron. Ya que se marcharon él me sonrió, sacó su mano y prosiguió a tocar el piano mientras me indicaba que me fuera.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Volver a empezar

Hoy eh terminado la única amistad que me quedaba. Y si lo pienso mejor, no era una verdadera amistad, sólo fue un compañerismo oportuno que no me beneficiaba.

Sin alguien con quien platicar volveré al blog, tengo tiempo para mi y sólo para mi.

Comenzaré consumiendo 500cal diarias. Mañana iré al centro de prevención y veré a que talleres me inscribiré, después iré a la biblioteca a estudiar un rato para tratar de llegar a casa lo más tarde posible.

Ahora mi blog también será diario.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Parecía tan común

Entré y cerré la puerta con seguro. El salón tiene una silla en medio y sólo eso, él está sentado frente al piano, se levanta, me abraza y me besa.
Me toma de la mano, se sienta en la silla y me coloca sobre sus piernas. Baja sus manos para tratar de acariciar mi tracero pero le detengo. Tengo la regla y me apena que se ensucie. Él no lo entiende y se lo digo.
Pero no es lo único que le interesa así que se deshace de mi blusa y corpiño. Lame mis pezones y aprieta mis senos pero de nuevo no logro entender que debería sentir, coloco mis manos sobre su cabeza y le dejo hacer lo que quiera porque se que lo disfruta y es lo único que importa.

viernes, 4 de septiembre de 2015

En las noches frías

Recorté, quemé y tiré todo lo que me recordaba a él. Algunas malas noches desearía no haberlo hecho para poder atormentarme ampliamente con recuerdos materiales. Quisiera sentir aquellos regalos y cómo me aferraba a él.

Momentáneamente cierro los ojos y recuerdo aquella cabeza con falta de cabellos situada entre mis piernas, sus manos aferrándose a mis piernas, la humedad de su boca sobre mi intimidad, estoy ahí recostada, paciente a que termine de saciarse. Siento el aire frío sobre mis piernas desnudas, el calor de sus aliento pero no tengo ése sentimiento maduro al que conduce el acto. Miro la venta, el piano, el techo, su plancha colgante... Que es tan absurda como él. Pero ahí estamos él, ella y yo en un salón vacío con la luz apagada sin ruido alguno, como si se tratase de un sueño.